jueves, 28 de agosto de 2014

Guillermo Delgado: un estudiante cordobés en la Guerra Civil española

Por Diego Gerardo Naselli Macera
Profesor en Historia

Como miembro integrante de la Misión Médica Argentina también llega a Marsella a principios de marzo de 1937 el estudiante universitario cordobés Guillermo Delgado, quien parte de Buenos Aires como representante de la Federación Universitaria de Córdoba (FUC) y delegado de la Federación Universitaria Argentina (FUA). A España Delgado ingresa como estudiante de medicina y en Barcelona participa de una concentración juvenil organizada por la Federación de Estudiantes Catalanes (FNEC), para luego en Valencia concurrir junto al médico Gregorio Bermann y otros argentinos a una reunión con el jefe de gobierno republicano Francisco Largo Caballero. Ya en Madrid, Delgado asiste al funeral público de Rafael Jiménez Carrasco, comandante del primer Cuerpo de ejército, estudiante de Ciencias Exactas, presidente de la Unión Federal de Estudiantes Hispanos (UFEH), que había muerto en un accidente automovilístico cuando visitaba el frente de El Escorial, y se une al grupo universitario de teatro «La Barraca» para realizar una gira por el sector de Guadalajara visitando a los soldados del recientemente formado Ejército Popular que habían obtenido la victoria frente a las tropas fascistas italianas. Nuevamente en la capital española, el estudiante cordobés participa de trasmisiones radiales del programa «La voz de España» emitido para Argentina de lunes a sábados a las diez de la noche dirigidas tanto a la juventud hispana como a la audiencia latinoamericana.
En España, Delgado se convierte en corresponsal para el periódico vespertino Córdoba donde escribe sobre la juventud y el estudiantado español en el conflicto bélico; siendo el primero de los artículos publicados una carta enviada al presidente de la FUA donde detalla sus primeras observaciones al mes de estancia en territorio republicano y  destaca la intervención heroica de los estudiantes en el frente desde los inicios del conflicto convirtiéndose por su arrojo y valentía en líderes militares.

La juventud en la guerra
Si bien Delgado había llegado a Madrid como integrante de la Misión Médica Argentina dirigida por Bermann, inmediatamente comienza a participar en congresos estudiantiles y se relaciona con el movimiento de las juventudes españolas. A pocos meses de su estancia en España, el estudiante cordobés se incorpora como secretario de propaganda en el comité ejecutivo de la UFEH además de encargársele la organización de un congreso latinoamericano de estudiantes a realizarse en Valencia. Dentro de estas actividades, Delgado escribe un extenso artículo titulado «España, escuela teórica y práctica de la juventud» para el periódico Córdoba dirigido especialmente a los estudiantes argentinos y que se divide en cinco parte.
Dirigido a la audiencia culta y combativa del movimiento reformista universitario cordobés, el extenso artículo de Delgado tiene la finalidad de unir a los estudiantes universitarios en apoyo y solidaridad de la República española en su lucha contra la rebelión militar pero también incentivar a la conformación de un frente universitario que aglutine a los más de 30.000 estudiantes de las universidades nacionales argentinas, contra el fascismo internacional y el gobierno conservador y autoritario del presidente argentino Agustín P. Justo y sus representantes provinciales.

El último año de la guerra
Mientras en Barcelona a finales de 1937, Delgado contrae matrimonio con la estudiante argentina Sofía Poliak, quien se encontraba en España como representante del Comité de Mujeres pro Huérfanos Españoles; el Gobierno republicano organizaba, preparaba e iniciaba la ofensiva sobre Teruel para distraer a las tropas rebeldes del Frente Norte y aliviar la presión sobre Madrid; y en Argentina los jóvenes comunistas abandonan su postura contraria a la reforma universitaria incorporándose a la FUA e intentando organizar un Frente Popular de la juventud para participar juntos en manifestaciones, congresos y actos solidarios y lograr unir a las masas en contra del fascismo tanto local como internacional. Pero a principios de 1938, los republicanos pierden Teruel debido a las presiones de las fuerzas rebeldes sobre el Frente de Aragón, provocando importantes pérdidas en el Ejército Popular y una disputa entre los líderes comunistas; además de intensificar los bombardeos por parte de aviones italianos sobre Barcelona.
En este nuevo contexto bélico, Delgado redacta el artículo «Cartas de España» y, aunque la República se encontraba retrocediendo en varios frentes, presenta a los países fascistas pronto a caer en una crisis económica que podría terminar con sus regímenes por lo que realiza un llamado a sus compañeros universitarios y el proletariado argentino a no desalentarse por las noticias adversas y tener fe en una futura victoria gubernamental. Convencido de la victoria republicana, Delgado solicita a su audiencia la unión de las fuerzas trabajadoras y las intelectuales argentinas como había sucedido en España para mediante la solidaridad internacional luchar contra el imperialismo fascista y la invasión ítalo-germana.
Mientras desde España Delgado arengaba a la juventud argentina a unificarse y organizarse, la Federación Universitaria Argentina intensificaba sus actividades a favor de la causa republicana. En 1938, la FUA se incorporó a la organización Jóvenes Amigos de España Leal donde también participaban radicales, socialistas y evangelistas, además de enviar representantes al Congreso contra el Racismo, Antisemitismo y Fascismo realizado en Buenos Aires y el Congreso Mundial de Estudiantes por la Paz y contra la Guerra en Nueva York. También, los universitarios participaron de actos solidarios realizados por la Federación de Organismos de Ayuda a la República Española (FOARE), organizaron campañas para recaudar fondos para el Gobierno republicano y los huérfanos y realizaron un importante acto público en la plaza San Martín de Buenos Aires disuelto por la policía. En cuanto a la Federación Universitaria de Córdoba (FUC), presentó públicamente sus quejas ante el posible arribo a la provincia de una escuadra de aviones italianos, organizó actos en el teatro Rivera Indarte contra el fascismo y el nazismo e incluso sus integrantes llegaron a enfrentarse varias veces con la policía y grupos fascistas dejando como saldo varios heridos y lesionados. Sin embargo, la República española no podía recuperarse de la derrota sufrida en el Frente de Aragón a principios de 1938 e intentaba detener el avance de los rebeldes organizando la ofensiva del Ebro que comenzaría a mediados del mismo año con las tropas republicanas que quedaban en la aislada Cataluña al mando del comandante Juan Modesto. Decidido a realizar los últimos esfuerzos para conseguir la ayuda de la Sociedad de Naciones, el Gobierno republicano organiza la retirada de las Brigadas Internacionales en plena batalla del Ebro que comienzan a marcharse de España en septiembre de 1938 pero, a finales de ese mismo mes, los gobiernos de Francia e Inglaterra firman el Acuerdo de Múnich con la Alemania nazi que le permite a Hitler la anexión de parte de Checoslovaquia y vaticinaba el abandono definitivo de los republicanos por las democracias occidentales. Aunque los propagandistas leales trasmitían una posible victoria republicana, la derrota del Gobierno español por los rebeldes para ese momento ya era inminente.

Para inicios de 1939 todavía quedaban extranjeros entre las fuerzas republicanas que paulatinamente abandonaban España, entre los que se contaban varios argentinos como Benigno Mochkofsky alías «Comandante Ortiz», el estudiante Guillermo Delgado y su esposa Sofía Delgado, quienes visitan distintas instituciones de beneficencia antes de cruzar a Francia como los Comedores Infantiles de Barcelona donde prometen continuar luchando por la causa gubernamental y especialmente por los niños desde su país de origen. A finales de enero de 1939, Barcelona es capturada por las fuerzas rebeldes iniciándose una intensa marcha de refugiados hacía la frontera francesa y, mientras Sofía Delgado logra llegar a Marsella y embarcar en el buque Alsina para Buenos Aires, Guillermo Delgado permanece junto a los demás argentinos que son internados en el campo de concentración de Saint Cyprien (Francia) para informar y denunciar como corresponsal del periódico argentino Crítica sobre las penurias sufridas por los refugiados, el mal trato impartido por las autoridades francesas y la desatención de los funcionarios de la Cancillería argentina a los combatientes de la lucha contra el fascismo en España.

Publicado en: Revista DEODORO, Gaceta de crítica y cultura, Universidad Nacional de Córdoba Argentina, Noviembre de 2013, Año 4, n° 37, ISSN: 1853-2349.

Link: http://www.unc.edu.ar/institucional/perfil/editorial/deodoro/2013/numero37

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