Claude G. Bowers, embajador norteamericano en España desde
1931 hasta 1939, dejo en su memoria “Misión en España” una semblanza de Daniel
García Mansilla, diplomático argentino a cargo de la embajada en España durante
la guerra civil, quien fue uno de los primeros en aplicar el principio
humanitario del derecho de asilo:
“Desde el primer día de la guerra era evidente que se hacían
esfuerzos para utilizar al cuerpo diplomático como una plataforma para la
propaganda fascista. El doyen del cuerpo, que era el embajador de Argentina,
era un decidido partidario de los rebeldes. Era un gracioso anciano de barba y
cabellos blancos. Sus ojos eran azules y alegres, y hablaba en voz melosa, frotándose
las manos. Estoy seguro de que aceptaba la propaganda de los nazis y los fascistas
como verdades del Evangelio, y que su mente estaba herméticamente cerrada para
cualquier información favorable al Gobierno ante el cual estaba acreditado o
desfavorable a sus enemigos” (Bowers, Claude, Misión en España, Ediciones
Grijaldo, 1977, p. 299)
Claude G. Bowers y Daniel García Mansilla |
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