Por Diego Naselli Macera
Licenciado en Historia
Desde los primeros meses de transcurrida la guerra
en España, el periódico argentino Crítica
dirigido por el empresario periodístico uruguayo Natalio Botana se posicionó a
favor de la victoria de la República sobre el levantamiento rebelde y, a través
de sus páginas, transmitió esa posición a sus miles de lectores principalmente
bonaerenses. Si bien las primeras informaciones llegaban mediante agencias de
noticias y el diario contrataba a diferentes escritores para redactar
editoriales y columnas de opinión sobre el conflicto bélico, el director de Crítica tomó la decisión de enviar un
corresponsal a la zona republicana para observar e informar directamente desde
el frente de guerra y para ello primero se eligió al escritor de tendencia
trotskista José Gabriel López Buisán, quien llegó a España a finales de 1936
para establecerse en Barcelona y recorrer el frente de Aragón. En la Ciudad
Condal, José Gabriel intenta entrevistarse con el presidente de la Generalidad
de Cataluña Lluís Companys y, en territorio controlado por los anarquistas, logra
reunirse con Buenaventura Durruti, a quien acompaña al frente de guerra y se
mezcla entre los milicianos de la Columna Aguiluchos.
Con el transcurrir del conflicto en España, la
dirección del diario Crítica decide
enviar a otro reconocido escritor como Cayetano Córdova Iturburu, quien
pertenecía al plantel de periodistas del diario y estaba afiliado al partido
comunista argentino desde 1934. El 15 de febrero de 1937, Córdova Iturburu como
corresponsal de guerra para el diario Crítica
parte desde el puerto de Buenos Aires en el barco Florida rumbo a Francia junto
a otros argentinos que marchaban a España para ponerse al servicio del gobierno
republicano. Ya durante el viaje por mar, Córdova Iturburu escribe artículos
para Crítica donde trasmite su
solidaridad con la causa gubernamental y su apoyo al pueblo español en lucha.
Córdova Iturburu con uniforme de miliciano republicano |
En marzo, el «Florida» hace puerto en Marsella y
Córdova Iturburu junto a otros argentinos cruzan los Pirineos en dirección a
Barcelona para reunirse con autoridades republicanas. En la capital catalana
observa el desfile del Batallón de la Muerte comandando por el anarquista
italo-argentino Cándido Testa y escribe para Crítica el artículo periodístico «Hacia el Ejército Popular». El
próximo punto de su itinerario español fue Valencia donde Córdova Iturburu se
entrevista con dirigentes políticos y militares como así también con milicianos,
obreros y campesinos; y visita el Cuartel de Otumba para reunirse con
prisioneros fascistas italianos apresados en la zona de Guadalajara.
Ya en Madrid, el corresponsal de Crítica se instala en el Palacio de
Zabalburu, sede de la Alianza de Intelectuales Antifascistas, y logra visitar
acompañado por el general Walter y el comandante Gustavo Duran Guadalajara
donde las tropas republicanas habían vencido a las tropas italianas del CTV.
Para trasladarse por el frente madrileño al igual que al resto de los
corresponsales extranjeros, Córdova Iturburu es conducido en un automóvil del
Departamento de Prensa del gobierno republicano presenciando los bombardeos
rebeldes sobre la ciudad y visitando el sector de trincheras controlado por el
poeta holandés Jef Last. Sin embargo, para mediados de 1937 cruza a Francia
para regresar a España como miembro integrante de la delegación argentina de
escritores para participar del II Congreso de Intelectuales Antifascistas.
Mientras Córdova Iturburu regresaba a Buenos Aires,
el subdirector de Crítica y
periodista Eduardo Bedoya interrumpe su luna de miel en Francia para internarse
en España llegando hasta Valencia con el objetivo de entrevistarse con el
presidente del gobierno español Manuel Azaña. Esta entrevista con el presidente
Azaña tenía la intensión de trasmitirle la necesidad de una intervención
directa de la República española sobre la política argentina a través del
nombramiento de un nuevo embajador que tome partido en las futuras elecciones
presidenciales de nuestro país para conseguir el apoyo internacional de un
gobierno sudamericano. Con la visita de Bedoya a España la dirección del diario
Crítica mostraba abiertamente su
decisión de apoyar la causa gubernamental en el conflicto bélico y de
intervenir en la política argentina para conseguir la victoria de un partido o
frente de partidos adherentes a la causa republicana española.
Con el desarrollo de la guerra en España y la
paulatina derrota de la República, el diario Crítica continúa enviando corresponsales para mantener informado a
sus lectores desde el mismo lugar del conflicto además de seguir manteniendo
contacto con los principales líderes y políticos republicanos. Hacia mediados
de 1938, el diario argentino envía a Barcelona al periodista Horacio Taborda,
quien no solamente debía informar del conflicto bélico sino también reunirse
con Lluís Companys y brindar conferencias sobre el apoyo del pueblo argentino a
la causa gubernamental como la conferencias realizada en el Casal de la Cultura
titulada “El sentido de la ayuda a España de la República Argentina” donde
comenta sobre el arduo trabajo que el campesinado argentino está realizando
para enviar al pueblo español trigo,
carne, azúcar, ropa y zapatos. Estos contactos entre periodistas de Crítica y destacados líderes
republicanos permitió que en enero de 1939 el director del diario argentino
Natalio Botana se reuniera en Buenos Aires con el exministro de la República
Indalecio Prieto, quien había sido comisionado por el gobierno republicano para
buscar apoyo internacional a la partida de refugiados españoles. A partir de
ese momento, el diario Crítica
comenzó una intensa campaña para ayudar y recibir a huérfanos e intelectuales
españoles en Argentina que perduró incluso ya finalizado el conflicto bélico.
El corresponsal del diario encargado de narrar los sucesos vividos por los
refugiados españoles en los campos de concentración franceses fue Guillermo
Delgado, estudiante y representante de la Federación Universitaria Argentina,
que permaneció junto a otros combatientes argentinos hasta su
repatriación. La campaña a favor del viaje de refugiados a Argentina se vio consumado
por la llegada del vapor Massilia que tenía entre sus pasajeros a cientos de
intelectuales españoles que se establecieron en nuestro país.
Natalio Botana, director del diario Crítica |
La guerra civil española fue un acontecimiento por
el cual la dirección del diario Crítica decidió tomar partido y trasmitirlo a
sus lectores y, como lo expreso Helvio Botana: “Mi padre convirtió la guerra
española en un problema argentino, pues así se lo tomó... Por influjo de
Crítica nuestra población tomó partido en pro o en contra de Franco. Así fue,
en toda la República una beligerancia polémica nos invadió. Y como en toda
guerra, hubo hechos notables y ridículos; abnegados y aprovechados. El “no te
metas” desapareció. La Argentina vibró y se vivió pasionalmente un suceso que
fue nuestro”.
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